miércoles, 14 de marzo de 2012

Jose Tomás y su familia

Tal y como estaba planificado en nuestro calendario de actividades Dios nos dio el privilegio de regresar al hogar de la familia Dun Torrealba, para compartir con ellos las bendiciones de Dios.

Con la presencia de un total de 10 caballeros, Mendelsshon, Félix, Alfonso, Ángel, Carlos, Argenis, Simón, Rubén, Gustavo y Pedro, mas la presencia del dueño de casa José Tomas y su esposa Selvia, sus hijas Jhoselbys y Maria Milagros y sin olvidar a Rosangela, amiga de esta ultima, junto a sus nietos, dio inicio a esta hermosa actividad dirigida por nuestro hermano Simón, entonando el coro "Cuan bello es el Señor", como una manera de reconocer la grandeza y hermosura de nuestro Dios.

Seguidamente, nuestro hermano Félix, dirigió una oración de agradecimiento al Padre Celestial por la oportunidad que nos da de poder compartir con esta preciosa familia y seguir fortaleciendo la Unión Varonil.

La lectura de la palabra de Dios estuvo basada en Efesios 4:1-16, el cual nos muestra que tenemos un solo Dios un solo Padre y a pesar de que tenemos diferentes dones y talentos, somos llamados a trabajar mancomunadamente en pro del desarrollo y edificación del cuerpo de Cristo, que es la iglesia.

Como la Biblia nos enseña que debemos agradecer a Dios en todo tiempo, se abrió la oportunidad para las acciones de gracias, donde participaron los hermanos Ángel, Jhoselbys, Alfonso, Carlos, Pedro, Simón, Argenis, Rubén y Gustavo, todos muy contentos de poder volver a visitar este precioso hogar y agradecidos de Dios por lo que ha hecho en esta familia, cumpliendo en ellos sus promesas, además de dar palabras de estimulo a nuestro hermano José Tomas para que continué adelante perseverando en el camino del Señor y esperándole a que se aliste en el trabajo de nuestra Unión Varonil.

Luego de una palabra de oración, se le dio la oportunidad a nuestro hermano Mendelsshon, quien era el encargado de traer el estudio bíblico en esta ocasión el cual, nos presento el tema titulado “La membresía del Reino de los Cielos”, basado en Mateo 20:1-16.

Nos comenta que Jesús utilizo esta parábola para quienes se sentían grandes y poderosos, con relación a los demás, por estar cerca de Él siguiéndole, demostrándonos que todos somos iguales ante sus ojos, ya que tenemos la misma necesidad espiritual.

El pasaje nos muestra a un dueño que contrata trabajadores a una hora muy temprana, conviniendo con ellos el pago a recibir por su trabajo, luego a diversas horas del día sale y busca más trabajadores, asegurándoles un pago justo por la labor cumplida.

Cumplida la jornada del día, este hombre envía a su capataz a pagar a cada trabajador de acuerdo a lo que su justicia y bondad indicaban, trayendo como consecuencia que quienes habían comenzado primero se sintieran defraudados y engañados, a lo que les responde que ese era el contrato que habían establecido.

Jesús quería que sus discípulos comprendieran que todos tenemos la oportunidad de entrar al reino de los cielos, que solamente debemos aceptar la justicia de Dios reflejada en su sacrificio en la cruz del Calvario, que unos aceptemos ese llamado temprano y nuestras luchas, tentaciones y dificultades sean mas, esto no resta merito de quienes le aceptan en los últimos días de su existencia, y que para y por todos nosotros se hizo la justicia en la cruz.

Al concluir el estudio, nuestro hermano Carlos pidió la palabra y dirigiéndose a Rosangela, le planteo la necesidad de escuchar la voz del dueño de la viña, nuestro Dios, llamándole a trabajar en su viñedo, a lo cual ella acepto este llamado, siendo dirigida en oración por nuestro hermano Pedro Rojas.

Para concluir la actividad, tuvimos una palabra de oración y un momento de compañerismo con esta preciosa familia.

Agradecidos estamos de Dios quien cumple sus promesas con nosotros y nos permite disfrutar de la amistad, compañerismo y fraternidad de nuestros hermanos en Cristo.

Si quieres disfrutar las fotos de esta actividad

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